El caso del vuelo MH370
(Boeing 777-200) de Malaysia Airlines, que el sábado pasado despegó desde Kuala
Lumpur con destino a Pekín, y desapareció en medio de la travesía en algún
punto todavía por determinar del sudeste asiático, me ha llamado poderosamente
la atención, en tanto en cuanto, la desaparición de la aeronave se ha visto
envuelta desde el primer minuto en un misterio que debe ser resuelto.
Cronología
del vuelo
-
El vuelo MH370 despegó de la capital de
Malasia a las 00:41 hora local del sábado (17:41 del viernes, hora peninsular española).
-
El último contacto con el avión se
produjo casi una hora después del despegue, a las 1:30 del sábado.
No obstante, se cree
que con posterioridad al último contacto de los controladores con el aparato,
este pudiera seguir volando, pues a las 2:40 de la mañana del sábado el avión
fue detectado por un radar militar cerca de la isla de Pulau Perak[1],
muy alejado de su ruta. Esto no hace más que complicar la tarea de la búsqueda
del avión.
La
búsqueda
Suponiendo que el avión
se estrelló en los momentos inmediatamente posteriores a la última vez que se
tuvo el último contacto con el mismo, es decir, a las 1:30 horas del sábado, me
hace pensar lo siguiente:
· Teniendo en cuenta las características
del modelo siniestrado, en esos 49 minutos, el avión pudo haber recorrido algo
menos de 700 km. Consecuentemente, el aparato cae en el mar.
· Hay que tener en cuenta que las
corrientes marinas influyen a la hora de iniciar el área de búsqueda, pues
pueden esparcir los restos de la aeronave a lo largo de muchos kilómetros
cuadrados de mar. Las más rápidas –como la del Golfo– discurren,
aproximadamente, a unas 4,85 millas/hora (9 km/h); mientras que las más lentas
lo hacen a unas 0,485 millas/hora (0,9 km/h)[2].
· Suponiendo que la corriente en la zona
del accidente fuera de unas 2 millas/hora, podríamos calcular la superficie de
búsqueda de los restos del avión a las 48 horas del accidente de la siguiente
manera:
o
48 horas × un radio de 2 millas/hora =
96 millas de radio.
o
1 milla = 1,852 km (“Un ocho sin codos”)
o
96 millas = 177,792 km
o El cálculo del área de búsqueda del
avión se efectuaría con la fórmula de la superficie del círculo: π × r2. Así, π × 177,7922
= 99.305,96 km2.
Por tanto, a las 48 horas de haberse estrellado el
avión en el punto en el que se tuvo contacto por última vez (1:30 de la
mañana), la superficie en la que debían
buscarse los restos del Boeing 777-200 era de casi 100.000 km2, es
decir, un área equivalente a la quinta parte de la superficie de España.
Más confusión
Si ya de por sí una operación de búsqueda de estas
características se antoja complicada, a ello hay que añadirle otro factor que
vierte en el asunto aún más confusión. Y es que tal y como ha publicado el
periódico The Wall Street Journal, el
avión “pudo haber volado cuatro
horas después de haber perdido contacto con los controladores aéreos”[3],
habiéndose desviado del rumbo previsto hacia el estrecho de Malaca, por lo que las tareas de búsqueda podrían ampliarse
hacia el Mar de Andaman.
Entre
el misterio y la leyenda
Con el paso de las horas, la angustia, la
desesperación y la falta de información se iban apoderando de los familiares de
cada uno de los 227 pasajeros y 12 tripulantes que viajaban a bordo del MH370
de Malaysia Airlines. Fueron varios familiares quienes intentaron (en vano)
contactar vía móvil con algunos de los desaparecidos, con la esperanza de poder
localizar la señal de dichos teléfonos[4].
Sorprendentemente, daban señal. Otro suceso que no hace más que alimentar por
partes iguales la indignación entre los familiares de quienes viajaban en el
avión y, al mismo tiempo, las especulaciones de todo tipo.
Otras
desapariciones de aviones
Evidentemente, esta no es la primera desaparición de
un avión en tan extrañas circunstancias y mucho me temo que no será la última.
El precedente más reciente y “similar” (si es que puede emplearse este término)
fue el del vuelo 447 de Air France, que tuvo lugar el 1 de junio de 2009, y que
cubría la ruta entre Río de Janeiro y París[5].
Pero a diferencia del presente caso, en el del avión de Air France, se
encontraron restos de la aeronave con relativa celeridad (5 días después del
accidente), cerca del archipiélago de Fernando de Noronha, pero en aguas
internacionales; y posteriormente se fueron recuperando los cuerpos de los
pasajeros y tripulación. Por este motivo y hasta que no se encuentren los
primeros restos del vuelo MH370, las teorías seguirán creciendo.
Hasta
aquí el bloque de información. En adelante, el análisis y las teorías
Pero si algún lugar es famoso en el Mundo por las
desapariciones de aviones (y barcos), ése es el Triángulo de las Bermudas (la región de la Tierra con más
desapariciones).
Desde el comienzo de la desaparición del avión de
Malaysia Airlines, muchos elementos ‘misteriosos’ evocaban a alguno de los
pasajes (casi cuentos) acontecidos en esa otra zona del Mundo y me hacían
preguntarme si puede haber una pista, por lejana o remota que pudiera parecer,
que pudiera explicar lo ocurrido con el vuelo MH370.
Los sucesos y las desapariciones de barcos y aviones
que han tenido lugar en el Triángulo de las Bermudas (cuyos vértices son la
ciudad de Miami, la isla de Puerto Rico y las islas Bermudas y cuya superficie
es de aproximadamente 1,1 millones de km2) empezaron a documentarse
ya en 1492, cuando el propio Cristobal Colón divisó en el cielo una
luz brillante que, según algunos investigadores, podría tratarse de un pequeño
meteorito (aunque no está probado).
Se ha intentado explicar estos sucesos y
desapariciones desde dos posiciones: por un lado, desde la más absoluta
racionalidad y rigor científico y; por otro lado, desde las más inverosímiles
teorías que atribuyen estos hechos a ovnis e, incluso osnis (objetos sumergidos
no identificados) y que, por supuesto, no han podido ser demostradas. Dejando a
un lado la segunda, es muy interesante dirigir la atención hacia la primera.
La mayoría de estos ‘misterios’ corren a cargo del mal tiempo; otros, simplemente se
debieron a errores humanos, como el
del conocido Vuelo 19. Se han ido
resolviendo la mayoría de los misterios al estudiar al detalle cada factor. En
ese sentido, es común que haya una multiplicidad de causas, como grandes
tormentas que aparecen sin previo aviso u olas gigantes (lo cual solo podría ser válido para explicar las
desapariciones de barcos).
Entre la leyenda de las desapariciones en el
Triángulo de las Bermudas adquiere un papel capital (y es por todos los
públicos conocido) que la brújula y
demás sistemas de navegación empiezan a fallar. Este sea probablemente el
componente que dota de mayor atractivo al misterio del Triángulo de las
Bermudas. Pero, ¿cuáles son los motivos que producen esos fallos en los
instrumentos de navegación?
1. La niebla electrónica:
hasta el momento, la única persona que se tiene constancia que haya sobrevivido
a este fenómeno natural es Bruce Gernon quien, en 1970 hacía la travesía entre
Bahamas y Miami en una avioneta. La duración prevista del vuelo era de 1 hora. Sorprendentemente,
Gernon solo tardó treinta minutos en llegar a Miami.
El
profesor de Física, David Pares, se ha
basado en un informe de la NASA sobre la energía solar que llega a la Tierra.
Según cree, cuando esta energía se combina con la de las tormentas aparece la
niebla electrónica.
2. Hidratos de metano:
es un gas congelado sobre el cual se investiga por si pudiera ser el
responsable de hundimiento de barcos y caída de aviones. Se genera cuando se
combinan el agua y el metano a gran presión y bajas temperaturas. Según el
doctor Richard McIver, una gran
emanación de gas metano desde el lecho marino puede reducir la flotabilidad de
un barco y hundirlo, pudiendo incluso afectar a un avión que sobrevuele la
emanación. Esta teoría presenta el inconveniente de que el gas metano se
encuentra en todos los océanos del mundo, no solo en el Triángulo de las
Bermudas.
3. Presencia de grandes cantidades de elementos
magnéticos en las profundidades del Triángulo de las Bermudas.
Lo que podría explicar las alteraciones de las brújulas.
El
Triángulo de Casablanca y otras zonas misteriosas
Esta es otra área a la
que se le atribuyen sucesos del estilo del Triángulo de las Bermudas. Se
localiza entre Casablanca, las islas Canarias y el archipiélago de las Azores. También,
el Triángulo de Formosa, del Diablo o
del Dragón (conocido por los tres nombres, en Japón) y el Vórtice Marysburgh (al este del Lago
Ontario, entre EE UU y Canadá).
El
negocio de las aseguradoras
Según el bróker de Lloyd’s of London, Peter Christmas, las
aseguradoras de barcos señalan como áreas de mayor riesgo para la desaparición
de barcos, aquellas donde se cruzan los corredores marítimos y donde están más
concurridos: las entradas a Japón y Corea, el Canal de la Mancha, la entrada al
Báltico, y el estrecho de Malaca. Este
último lugar está cercano a la zona donde se cree que pudo desaparecer el vuelo
MH370 de Malaysia Airlines y a donde se ha ampliado la búsqueda del Boeing
777-200.
¿Tendrá algo que ver en
esto? ¿Es posible que la zona donde desapareció dicho vuelo se encuentre en un
triángulo de características similares al de las Bermudas? La ciencia, con
ayuda del paso del tiempo, lo dirá…



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