jueves, 13 de marzo de 2014

El ‘misterio’ de los aviones perdidos


El caso del vuelo MH370 (Boeing 777-200) de Malaysia Airlines, que el sábado pasado despegó desde Kuala Lumpur con destino a Pekín, y desapareció en medio de la travesía en algún punto todavía por determinar del sudeste asiático, me ha llamado poderosamente la atención, en tanto en cuanto, la desaparición de la aeronave se ha visto envuelta desde el primer minuto en un misterio que debe ser resuelto.


Cronología del vuelo

-          El vuelo MH370 despegó de la capital de Malasia a las 00:41 hora local del sábado (17:41 del viernes, hora peninsular española).
-          El último contacto con el avión se produjo casi una hora después del despegue, a las 1:30 del sábado.

No obstante, se cree que con posterioridad al último contacto de los controladores con el aparato, este pudiera seguir volando, pues a las 2:40 de la mañana del sábado el avión fue detectado por un radar militar cerca de la isla de Pulau Perak[1], muy alejado de su ruta. Esto no hace más que complicar la tarea de la búsqueda del avión.

La búsqueda



Suponiendo que el avión se estrelló en los momentos inmediatamente posteriores a la última vez que se tuvo el último contacto con el mismo, es decir, a las 1:30 horas del sábado, me hace pensar lo siguiente:

·   Teniendo en cuenta las características del modelo siniestrado, en esos 49 minutos, el avión pudo haber recorrido algo menos de 700 km. Consecuentemente, el aparato cae en el mar.

·     Hay que tener en cuenta que las corrientes marinas influyen a la hora de iniciar el área de búsqueda, pues pueden esparcir los restos de la aeronave a lo largo de muchos kilómetros cuadrados de mar. Las más rápidas –como la del Golfo– discurren, aproximadamente, a unas 4,85 millas/hora (9 km/h); mientras que las más lentas lo hacen a unas 0,485 millas/hora (0,9 km/h)[2].

·    Suponiendo que la corriente en la zona del accidente fuera de unas 2 millas/hora, podríamos calcular la superficie de búsqueda de los restos del avión a las 48 horas del accidente de la siguiente manera:

o   48 horas × un radio de 2 millas/hora = 96 millas de radio.
o   1 milla = 1,852 km (“Un ocho sin codos”)
o   96 millas = 177,792 km
o  El cálculo del área de búsqueda del avión se efectuaría con la fórmula de la superficie del círculo:  π × r2. Así, π × 177,7922 = 99.305,96 km2.


Por tanto, a las 48 horas de haberse estrellado el avión en el punto en el que se tuvo contacto por última vez (1:30 de la mañana), la superficie en la que debían buscarse los restos del Boeing 777-200 era de casi 100.000 km2, es decir, un área equivalente a la quinta parte de la superficie de España.  


Más confusión 

Si ya de por sí una operación de búsqueda de estas características se antoja complicada, a ello hay que añadirle otro factor que vierte en el asunto aún más confusión. Y es que tal y como ha publicado el periódico The Wall Street Journal, el avión “pudo haber volado cuatro horas después de haber perdido contacto con los controladores aéreos[3], habiéndose desviado del rumbo previsto hacia el estrecho de Malaca, por lo que las tareas de búsqueda podrían ampliarse hacia el Mar de Andaman.


Entre el misterio y la leyenda

Con el paso de las horas, la angustia, la desesperación y la falta de información se iban apoderando de los familiares de cada uno de los 227 pasajeros y 12 tripulantes que viajaban a bordo del MH370 de Malaysia Airlines. Fueron varios familiares quienes intentaron (en vano) contactar vía móvil con algunos de los desaparecidos, con la esperanza de poder localizar la señal de dichos teléfonos[4]. Sorprendentemente, daban señal. Otro suceso que no hace más que alimentar por partes iguales la indignación entre los familiares de quienes viajaban en el avión y, al mismo tiempo, las especulaciones de todo tipo.


Otras desapariciones de aviones

Evidentemente, esta no es la primera desaparición de un avión en tan extrañas circunstancias y mucho me temo que no será la última. El precedente más reciente y “similar” (si es que puede emplearse este término) fue el del vuelo 447 de Air France, que tuvo lugar el 1 de junio de 2009, y que cubría la ruta entre Río de Janeiro y París[5]. Pero a diferencia del presente caso, en el del avión de Air France, se encontraron restos de la aeronave con relativa celeridad (5 días después del accidente), cerca del archipiélago de Fernando de Noronha, pero en aguas internacionales; y posteriormente se fueron recuperando los cuerpos de los pasajeros y tripulación. Por este motivo y hasta que no se encuentren los primeros restos del vuelo MH370, las teorías seguirán creciendo.


Hasta aquí el bloque de información. En adelante, el análisis y las teorías



Pero si algún lugar es famoso en el Mundo por las desapariciones de aviones (y barcos), ése es el Triángulo de las Bermudas (la región de la Tierra con más desapariciones).

Desde el comienzo de la desaparición del avión de Malaysia Airlines, muchos elementos ‘misteriosos’ evocaban a alguno de los pasajes (casi cuentos) acontecidos en esa otra zona del Mundo y me hacían preguntarme si puede haber una pista, por lejana o remota que pudiera parecer, que pudiera explicar lo ocurrido con el vuelo MH370.

Los sucesos y las desapariciones de barcos y aviones que han tenido lugar en el Triángulo de las Bermudas (cuyos vértices son la ciudad de Miami, la isla de Puerto Rico y las islas Bermudas y cuya superficie es de aproximadamente 1,1 millones de km2) empezaron a documentarse ya en 1492, cuando el propio Cristobal Colón divisó en el cielo una luz brillante que, según algunos investigadores, podría tratarse de un pequeño meteorito (aunque no está probado).

Se ha intentado explicar estos sucesos y desapariciones desde dos posiciones: por un lado, desde la más absoluta racionalidad y rigor científico y; por otro lado, desde las más inverosímiles teorías que atribuyen estos hechos a ovnis e, incluso osnis (objetos sumergidos no identificados) y que, por supuesto, no han podido ser demostradas. Dejando a un lado la segunda, es muy interesante dirigir la atención hacia la primera.

La mayoría de estos ‘misterios’ corren a cargo del mal tiempo; otros, simplemente se debieron a errores humanos, como el del conocido Vuelo 19. Se han ido resolviendo la mayoría de los misterios al estudiar al detalle cada factor. En ese sentido, es común que haya una multiplicidad de causas, como grandes tormentas que aparecen sin previo aviso u olas gigantes (lo cual solo podría ser válido para explicar las desapariciones de barcos).

Entre la leyenda de las desapariciones en el Triángulo de las Bermudas adquiere un papel capital (y es por todos los públicos conocido) que la brújula y demás sistemas de navegación empiezan a fallar. Este sea probablemente el componente que dota de mayor atractivo al misterio del Triángulo de las Bermudas. Pero, ¿cuáles son los motivos que producen esos fallos en los instrumentos de navegación?

1.     La niebla electrónica: hasta el momento, la única persona que se tiene constancia que haya sobrevivido a este fenómeno natural es Bruce Gernon quien, en 1970 hacía la travesía entre Bahamas y Miami en una avioneta. La duración prevista del vuelo era de 1 hora. Sorprendentemente, Gernon solo tardó treinta minutos en llegar a Miami.

El profesor de  Física, David Pares, se ha basado en un informe de la NASA sobre la energía solar que llega a la Tierra. Según cree, cuando esta energía se combina con la de las tormentas aparece la niebla electrónica.



2.    Hidratos de metano: es un gas congelado sobre el cual se investiga por si pudiera ser el responsable de hundimiento de barcos y caída de aviones. Se genera cuando se combinan el agua y el metano a gran presión y bajas temperaturas. Según el doctor Richard McIver, una gran emanación de gas metano desde el lecho marino puede reducir la flotabilidad de un barco y hundirlo, pudiendo incluso afectar a un avión que sobrevuele la emanación. Esta teoría presenta el inconveniente de que el gas metano se encuentra en todos los océanos del mundo, no solo en el Triángulo de las Bermudas. 


3.    Presencia de grandes cantidades de elementos magnéticos en las profundidades del Triángulo de las Bermudas. Lo que podría explicar las alteraciones de las brújulas.


El Triángulo de Casablanca y otras zonas misteriosas



Esta es otra área a la que se le atribuyen sucesos del estilo del Triángulo de las Bermudas. Se localiza entre Casablanca, las islas Canarias y el archipiélago de las Azores. También, el Triángulo de Formosa, del Diablo o del Dragón (conocido por los tres nombres, en Japón) y el Vórtice Marysburgh (al este del Lago Ontario, entre EE UU y Canadá).


El negocio de las aseguradoras

Según el bróker de Lloyd’s of London, Peter Christmas, las aseguradoras de barcos señalan como áreas de mayor riesgo para la desaparición de barcos, aquellas donde se cruzan los corredores marítimos y donde están más concurridos: las entradas a Japón y Corea, el Canal de la Mancha, la entrada al Báltico, y el estrecho de Malaca. Este último lugar está cercano a la zona donde se cree que pudo desaparecer el vuelo MH370 de Malaysia Airlines y a donde se ha ampliado la búsqueda del Boeing 777-200.

¿Tendrá algo que ver en esto? ¿Es posible que la zona donde desapareció dicho vuelo se encuentre en un triángulo de características similares al de las Bermudas? La ciencia, con ayuda del paso del tiempo, lo dirá…

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